martes, 9 de noviembre de 2010

Otoño en Alemania

La verdad es que hacía mucho que no veia un otoño como el que estoy viendo aquí ahora, de hecho dudo si alguna vez he visto alguno de este modo. En España, o en Madrid al menos, últimamente pasamos de verano a invierno en cuestión de días, y el cambio de vestuario se hace radical empezando la semana en manga corta y acabando con bufanda, guantes y gruesos abrigos.


Pues bien, aquí estoy viendo ese otoño marrón que desborda las calles llenándolas de alfombras. Una cosa que también hemos perdido en gran parte de España es la naturaleza. Aquí las ciudades viven integradas en ella. Es muy habitual que entre estación y estación ver enormes bosques llenos de vegetación, y como decía antes, ahora cubiertos de colores rojos, marrones y amarillos.



Ya llevamos cuatro días aquí. Los dos primeros en Frankfurt, y los siguientes en Darmstadt.

Frankfurt es una bonita y práctica ciudad. Sede del Bundesbank, del Banco Europeo y donde estaba la casa de Clarita de Heidi jejejej.


No ha habido grandes aventuras, ni anécdotas, simplemente el día a día como el conductor del autobus que tras decirnos como podíamos pagar menos la próxima vez, en un perfecto español nos dijo "España mucho trabajo, poco dinero".

O la comodidad del Bristol Hotel de Frankfurt de tener el desayuno durante los fines de semana hasta la 1 del mediodía (eso se merece un 10 en tripadvisor).


Damstadt, ciudad de la que no tenía conocimiento alguno, es el "Silicon Valley" europeo. Aquí tienen sede muchas compañias tecnológicas, además de la Agencia Espacial Europea. En esta ciudad he encontrado otro contraste con España, un menu sin bebida cuesta entre 5-6 euros normalmente, con una jarra de medio litro 8-9.¿cómo puede ser que en un país con un poder adquisitivo mayor que el español los servicios de restauración sean mucho más baratos que en España? Paradojas de nuestro país.











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