jueves, 11 de febrero de 2010

La aventura del aeropuerto, o como quedarte con las narices en el mostrador de la aerolínea.



Por fin llegó el día de comenzar esta nueva  aventura. Y allá íbamos, destino Marrakech, y como compañeros de viaje los vecinos.
Llegamos pronto al aeropuerto y primera sorpresa, un pasaporte caducado. Aunque en el puesto fronterizo del aeropuerto nos dijeron que no había problema y que se podía ir con el pasaporte recién caducado y el dni a Marruecos.  En ese momento simplemente suspiramos y dijimos hemos pasado. Pero la sorpresa estaba aún por llegar. Después de un desayuno pagado a precio de oro nos dispuisimos a intentar subir al avión de EasyJet. Tras las dudas de si entraría o entraría la maleta en minicubículo de la compañía Low-Cost llegó la sorpresa. La compañía se negaba a dejar volar a alguien con el pasaporte caducado…. Así que cuatro personas habíamos pasado y dos se quedaban en tierra…Mal empezaba el viaje para M.M y A.B :-¿ Con el tiempo que habíamos tenido derrochando la pasta en el desayuno nos habría dado tiempo de sobra para conseguir hacer el pasaporte, pero allí comenzaba la primera aventura del viaje.
Así que partimos los cuatro para Marrakech….. y conseguimos llegar a Marrakech, 
Mais, Qu’est  que c’est je peux parler francaise_ y así fue, de manera repentina me puse a discutir con todo marroquí en francés.  Y aún recordaba cosas después de  quince años. Lo mejor de todo es que cada día mi vocabulario ha ido creciendo, pues me he ido acordando de más palabras.
Dejamos las maletas en el hotel, situado justo en frente de la medina(ciudad amurallada) y salimos a pasear por Marruecos. Toda la Medina es un mercado, y todo allí se vende. Cientos de personas sin hacer nada, esperando la mínima oportunidad de venderte algo. 
Y una de estas personas fue Mustafa (que no es el de la foto, aunque seguro que es familiar suyo).
Acababamos de adentrarnos a la medina cuando nos abordó Mustafa. Voy de camino a no se donde… si queréis os llevo a una tienda bereber que sólo abre un día al mes, a la mezquita de no sé que sólo abre una vez a la semana y que curiosamente era ese día… en fin que sabíamos que era un guía y nos dejamos llevar. La verdad que el viaje nos sirvió para ver partes de la medina que no eran muy turistas, y fue un paseo bastante largo conociendo el Marrakech profundo






Tras una discusión con Mustafa pues nos quería cobrar una verdadera fortuna, con un “voy a llamar a la policía” y coge 2 euros y vete bastó para terminar nuestra relación con Mustafa. Es  bastante peculiar la cantidad de veces que se puede llegar a discutir en este país.
Y paseando, paseando, conseguimos llegar a la plaza de Yamaa el Fna, o como quedó bautizada por nosotros “Jamás al Fnac”, el corazón de Marrakech. Y junto a la plaza su “Torre del Oro”
Habíamos llegado al corazón de Marrakech.

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