La amabilidad japonesa

Por fin alcanzamos Japon. Y vimos como es el pueblo japones.
No tiene nada que ver con el resto de Asia que conocia: China y Corea, y nada ver tampoco con occidente.

Los japoneses son extremadamente amables, salen corriendo para poder ayudarte, para darte la luz simplemente, o se acercan a preguntar si te pueden ayudar. No se cuantas veces al dia me han hecho y he hecho reverencias con la cabeza.... unas cuantas.

Otra caracteristica muy chocante, es que son muy silenciosos. Fukuoka es una ciudad de un millon y medio de habitantes, y nada mas llegar tuvimos la sensacion de estar en un pueblo desierto ya que no se escuchaba nada.... pero son asi: hablan muy bajito, los coches son gasolina y muy silenciosos, no se oye ningun claxon, ningun establecimiento tiene musica. Me recuerda mucho a un anuncio que habia hace un par de anyos de un coche que iba marcando el ritmo de la ciudad como si de un ritmo cardiaco se tratase.
Este autoregulamiento acustico que tienen es tal, que viajando en el metro, le sono el telefono a un japo que llevaba al lado, por supuesto un timbre muy bajo y discreto, y antes de contestar se levanto y se fue a las puertas, para contestar desde alli sin molestar a nadie.

Aparte de la tranquilidad de la ciudad, otra cosa que es inimaginable en Espanya, es la seguridad.
La gente deja bicis, motos en la calle, y muchos de ellos sin ningun tipo de seguro. En las tiendas todo esta a mano y sin ningun tipo de vigilancia. Incluso el hombre que se levanto para contestar al telefono dejo en su sitio el maletin con el portatil, cosa que en Espanya ninguno hariamos...

Por cierto acaba de pasar la mujer de recepcion del hotel... asi que otras reverencias nos hemos hecho jejejej no habla ni una palabra de ingles, pero cada vez que nos ve se pone a reir.

Otra de las curiosidades con la que nos hemos encontrado en Japon, es una de sus aficiones, el pachinko. Un juego superextrano en el que van ganando bolitas de rodamiento. La verdad es que no le vi mucho el sentido al juego, tienen una especie de rueda que hace que salgan mas o menos bolas.... pero no supe el sentido del juego. Y la verdad es que aquel sitio, contradiciendo lo que decia hasta ahora del silencio, si que era ruidoso... unas 200 maquinas arrojando bolas a la vez es bastante desagradable.




Otra de las sorpresas que no esperabamos ha sido los precios.... de momento esto es mucho mas barato que Espana... supongo que Tokyo sera muy caro, pero de momento comer en Fukukoa en sitios que estan muy bien nos sale mas o menos entre 3 y 5 euros, mientras que en Espana por ese precio no consigues que te den ni los buenos dias. Y estos precios acompanados por un trato exquisito.

En fin, que de momento me encanta Japon.