jueves, 16 de agosto de 2007

La Gran Muralla China y el Tobogan Decadente (Pekin)

El ultimo dia de nuestra insólita estancia en Pekin, logramos por fin visitar la Gran Muralla China, digo grande no solo por su tamanyo sino por lo grandiosa que resulta a la vista desde cualquiera de los puntos desde los cuales se puede observar.

Como ya estabamos bastante hartos de que los taxistas nos quisieran timar, decidimos dejarnos timar por uno de los botones del Hotel, asi que concertamos un taxi por 700 Yuanes, que nos llevo a ver la Muralla a uno de los sitios mas turisticos de la zona.

Salimos a las 10:00 de la manyana y a las 11:30 ya estabamos con la lengua fuera y los calores de la muerte conquistando una de las fortalezas mas asombrosas jamas construidas.

Nada mas llegar, nos preparamos la caminata comprando dos bolsas de pistachos rancios y cuatro botellas de aguita fria, muy necesaria, teniendo en cuenta que el ascenso lo hizimos en un telesilla que tardo unos 15 minutos en subir hasta lo mas alto.

Una vez alli nos ansiamos, al igual que el resto de los visitantes orientales que nos rodeaban y comenzamos a subir y bajar por aquellas escaleras de peldanyos minusculos y dispares, por aquellas subidas y bajadas que unian las atalayas donde hace varios siglos los soldados debian pasar un hambre y un frio de la leche, mientras defendian el Imperio del Emperador de turno, eso si que es dar la vida por la patria y lo demas son cuentos chinos....jejeje

Una de las cosas que mas llamaba la atencion, por lo menos a mi que estaba bastante casanda de conquistar murallita, es que con todo el trabajo que costaba alcanzar una atalaya tras otra, en cada una de ellas habia un chinorri vendiendo aguita, postales, cerveza...y demas viveres indispensables para la excursion....anda que no debian echar eso de menos los soldaditos chinos en su dia....

El caso es que una vez que ya habiamos recorrido una infima parte de la dichosa murallita, decidimos que ya habiamos conquistado suficiente y tras hacer un breve descanso, para degustar nuestros merecidos pistachos rancios, retrocedimos lo andado para descender de nuevo a la civilizacion, pero el descenso no era cualquier cosa, si para subir habiamos decidido coger un telesilla, para bajar habiamos sido todavia mas intrepidos si cabe, habiamos optado por el Tobogan decadente mega turistico que recorria toda la colina abajo.








La experiencia en el mencionado Tobogan fue memorable, Jorge e Ivan decidieron hacer carreras mientras que Jesus se habia empeniado en adelantarme, el caso es que una vez que el chinorri toboganero nos dejo subir a una especie de patinete con una palanca que servia tanto de freno de mano como de acelerador, segun la direccion en que la movieras, comenzo la carrera con Ivan en cabeza, seguido tan de cerca tan de cerca por Jorge que hasta huvo un alcance por detras, mientras que yo en tercera posicion no vi ni rastro de mis adversarios ni por delante ni por detras, Jesus creo que se paro a hacer algunas fotos porque tardo bastante en llegar a meta....

Estuvo genial la excursion a la muralla y para terminar el viaje, en el camino de vuelta, nuestro taxista hizo buenas migas con Jesus, que con su mas que conocido don de gentes consiguio, aun no sabe muy bien como, que el taxista le regalara una ajedrez chino....bueno es que por un momento creimos que el hombre se iba a parar en la cuneta a jugar una partidita o dos con el....

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