Lo que pensaba que iba a ser una ciudad industrial donde no había mucho que ver más que contaminación y fábricas, ha resultado ser un maravilloso rincón del mundo.
Turin es una ciudad con vistas increibles, unas plazas increibles y una arquitectura rebosante de arte en cada esquina.
Salió el sol, y ha sido un gran día de la mañana a la tarde.
Mañana de museos, Pallazo de la Madama, PAllazo Reale, el Museo Nazionalde de Cinema y la catedral donde se encuentra la supesta sabana santa.
Y por la tarde paseo por la Piazza de Vitorio y las fanstásticas vistas del río Po.
Comparada con Madrid sigue siendo una ciudad muy barata. Comimos dos personas por 10 euros, y cenamos en un buffet de pasta y ensaladas en una terraza junto al PO por 16.
La frase que titula esta entrada es de una camiseta que vimos en el Museo del Cine, y corresponde a la película "Por Un pugno di dollari".
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