Maraton de Milan a Brescia

Aunque con unos cuantos días de retraso, y  hoy tocase más hablar de la "Dolce Vita" dejaremos esos para otro día con más tiempo y hoy vamos a subir las fotos de una jornada maratoniana. Empezada en Milan y acabada en Brescia, con paradas en Monza y Bergamo.

La salida de Milan fue extraña. El hotel estaba cerca de San Siro y aprovechamos para salir por la carretera del estadio. El estadio desde lejos es espectacular, aunque al acercanos y ser día de partido estaba rodeado de revendores con la misma mala pinta que tienen en España toda esta gente de negocios extraños.

Al salir de Milan, cerca está Monza, y pensamos en pasar por el circuito. La verdad es que Monza es conocido únicamente por el circuito, pero lo que poca gente sabe es el paraiso que es Monza. Para empezar el circuito está en medio de bosque impresionante, un palacio del renacimiento precioso y luego además el circuito.

La siguiente sorpresa fue Bergamo. Una preciosa ciudad medieval que se estaba preparando para un concierto de Opera al día siguiente, que pena que fueramos con ese día de adelanto. El pueblo es precioso. Rebosa encanto en cada rincón e invita a perderse por cada calle perdida. Tiene una placita pequeñísima con dos pequeñas iglesias y una catedral que es algo que parece difícil de superar. Y pegada a esta plaza tiene otra, que es la de la foto, en la que todos los muros de piedra y grandes ventanales decoran otra plaza única.

Y para finalizar nos quedaba Brescia. La verdad es que toda Italia es un museo. Cada pueblo y ciudad es una maravilla a contemplar. Y así llegamos a Brescia. Es verdad que la llegada fue algo dura, pues entramos a un barrio marginal y cuando encontramos el hotel este era en el barrio donde los hindues habían el botellón.... pero una vez superado esto bajamos a visitar y cenar en el centro, y sobran las palabras al ver Il Duomo de Brescia con más de cinco siglos de historia, o el Capitolino con veinte siglos de vida.

Es verdad que Bergamo y Brescia no son de las ciudades más conocidas para el turimo, pero son dos auténticas joyas para no perderse.